El cernícalo primilla y lo bella que es su conservación

Las estepas, paisajes modelados por la mano del hombre, son una fuente de biodiversidad que alberga especies de lo más singulares y especiales. Este ecosistema tan infravalorado por el ser humano es el hogar de avutardas, sisones, aguiluchos, carracas, cernícalos, alondras y un sinfín de aves. Ya sea por su belleza, sus curiosas características o por ser nuestras fieles compañeras que nos amparan en nuestros cultivos, estas aves son verdaderamente únicas. Os estoy hablando de uno de los grupos de aves más apasionantes y amenazados, las aves esteparias.

Fotos tomadas en Villanueva de la Jara. Autora: Adriana Arnal. Ig: @tierraymarph

Compañeras de los agricultores desde hace siglos, presentan adaptaciones al calor, la falta de agua y para evitar a sus depredadores de lo más extraordinarias. Sin embargo, la ingente demanda de productos por parte de la población humana ha provocado que estén gravemente amenazadas como consecuencia de la intensificación agrícola, el uso inadecuado de pesticidas, la fragmentación de su hábitat y, una de las amenazas más incipientes actualmente, el desarrollo descontrolado de energías renovables que no tienen en cuenta las medidas de conservación adecuadas.

Aún recuerdo cuando era una niña y caminaba por esas estepas. Como muchos, pensaba que eran lugares empobrecidos ecológicamente. Sin embargo, cuando descubrí las aves esteparias, me enamoré completamente de ellas. Comprendí la importancia de su conservación como controladoras de plagas y dispersadoras de semillas. Pero no solo por eso, son aves de lo más bellas y extraordinarias, un mundo apasionante. Nunca dejo de aprender sobre ellas. Desde entonces, las estepas tienen un valor incalculable para mí y para todos aquellos que conocen y valoran estos seres y muchos más de los que albergan estos parajes.

Fotos tomadas en Villanueva de la Jara. Autora: Adriana Arnal. Ig: @tierraymarph

Podría escribir todo un libro hablando de estas aves y del por qué son tan maravillosas, pero vamos a ir despacito y con buena letra. Hoy os voy a hablar de un ave capaz de mantenerse en suspensión en el aire y así acechar a sus presas, os presento, al Cernícalo Primilla (Falco naumanni).

Este ave, prima hermana de los halcones (Familia Falconidae), es principalmente insectívora, concretamente se alimenta sobre todo de saltamontes, siendo una gran controladora de plagas. Además, es migradora estival por lo que podremos disfrutar de ella en los meses de primavera y verano, en los cuales viene a criar desde sus cuarteles de invernada en la África subsahariana. Aunque ya hay algunas poblaciones al sur de España que permanecen todo el año. Y lo que resulta divertido es que pasa bastante desapercibida entre la gente y, sin embargo, nidifica en oquedades de edificaciones humanas por lo que está muy ligada a nosotros y muchos ni siquiera se dan cuenta. Es increíble como en ocasiones solo parándonos un poco en este mundo cada vez más virtualizado e inmediato podemos encontrar especies tan fascinantes como esta.

Fotos tomadas en Villanueva de la Jara. Autora: Adriana Arnal. Ig: @tierraymarph

Esta ave, como muchas aves esteparias, sufrió un acusado declive en la década de los 90 provocado por las amenazas mencionadas anteriormente. Muchos fueron los que tomaron iniciativa para revertir este desastre, entre ellos, el centro de recuperación de fauna y hospital veterinario GREFA, localizado en Majadahonda (Madrid). Llevaron a cabo el proyecto “Red de Primillares”, cuyos objetivos principales eran implicar a varios municipios en la conservación de esta ave, aumentar su población y reforzar los núcleos reproductores con ejemplares criados en cautividad, ofrecerles más refugios mediante la construcción de unos edificios destinados a su cría (llamados primillares) y, lo que es más importante, campañas de educación ambiental para concienciar sobre este problema.

Tuve la oportunidad de trabajar dentro de este proyecto, concretamente en la recuperación de su hábitat. El objetivo de mi estudio fue mejorar la calidad de este y, para conseguirlo, intentamos recuperar las poblaciones de su presa principal, los saltamontes, los cuales disminuyeron por malas prácticas agrícolas y el uso indiscriminado de pesticidas. Para ello, formulamos una serie de medidas agroambientales en distintos municipios de la Comunidad de Madrid. Estas medidas consistían en la recuperación de prácticas tradicionales agrícolas como dejar el barbecho sin roturar y la siembra de veza (Vicia sativa), una pequeña planta leguminosa.

Los resultados del estudio fueron que estas medidas funcionan dependiendo del lugar en el que se formulen. En uno de los municipios en el que se aplicaron no funcionaron debido a que el paisaje era más heterogéneo, tenía una mayor biodiversidad de plantas herbáceas que dan alimento y refugio a la presa del primilla. Sin embargo, en otro de los municipios del estudio, el paisaje era más desolador, con grandes extensiones de monocultivos que mermaban la biodiversidad de la zona, afectando a toda la cadena trófica. En este último municipio, estas medidas agroambientales suplían la falta de saltamontes que necesitaba el cernícalo primilla, sobre todo en la época de cría. Por ese motivo concluimos que las medidas agroambientales son herramientas idóneas para la conservación de especies, pero que necesitan de un estudio exhaustivo, ya que su funcionamiento depende del lugar en el que se formulen y todavía hace falta más investigación.

Autor: Tito Navas. Ig:@wildnavas

Este estudio es tan solo un pequeña parte del gran proyecto “Red de Primillares”, pero todo suma por el bien de conservar nuestra maravillosa fauna ibérica. Como se puede apreciar, los proyectos de conservación, ya sean del cernícalo primilla como de cualquier ser vivo, conllevan una barbaridad de trabajo e investigación. Además, quiero destacar con mención especial la implicación de muchas de las personas que se dedican al complejo pero maravilloso y apasionante mundo de la conservación, esforzándose, no en su trabajo, sino en la protección de nuestra biodiversidad. Es pura dedicación vocacional y eso tiene un valor incalculable. Es lo único que nos puede salvar de esta crisis de biodiversidad.

Autor: Tito Navas. Ig:@wildnavas

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