- Las horas del día se distinguen por los ruidos, por la sombra; los días del mes, por la luna… Pero los años, ¿no resultan idénticos, repitiendo el mismo ciclo? ¿Se nota su paso en algo?
- En los huesos. En los míos, cada vez más duros; en mi sangre, cada vez más fría, más lenta.- dice Don Pedro.
Así hablaba José Luis Sampedro en su novela “El río que nos lleva” sobre “el tiempo vital”. Decía Don Pedro en otro fragmento: “No me da la gana de abrigarme cuando dice el periódico que es invierno, sino cuando tengo frío”.
Este libro reflexiona sobre la distancia que la sociedad de hoy en día ha interpuesto entre los tiempos marcados por la naturaleza y los impuestos tras la racionalización derivada de la industrialización. Los bioindicadores nos sirven para comprender el estado del entorno, el momento en el que nos encontramos. El gallo como despertador, la migración de las aves como anuncio de cambio de estación…
¿Y respecto a la agricultura? Para ello, los dos grandes astros, Lorenzo y Catalina. El Sol, como calendario de temporadas y la Luna, como tomadora de decisiones dentro de estas temporadas: cuándo sembrar, cuándo cosechar…
Hoy vivimos sabiendo que la vendimia se hace en septiembre, aproximadamente. Pero eso no lo sabían nuestros ancestros. Para ellos, había dos factores para asegurar la cosecha: el equinoccio, avisado por el Sol; y los días Fruto, determinados por la Luna.
En estos principios se basa la agricultura biodinámica, un método de la agricultura ecológica. Y en ello se basan los vinos elaborados por Antonio y Ana, a través de la Bodega Natura.